Érase una vez un hombre pegado a un piano. Así es la historia de Billy Joel, el músico que reflejó sus sueños a través de teclas blancas y negras.
Billy Joel nace el 9 de mayo de 1949 en el barrio del Bronx (Nueva York). Hijo de judíos divorciados, desde los cuatro años de edad siente devoción por la música clásica, que le sirve como una sólida base para su posterior carrera de éxitos. Pero sus inicios no fueron fáciles. Tras intentar triunfar como boxeador en su adolescencia, se retira de este deporte por una grave fractura de nariz. A partir de este momento se establece en Los Ángeles, dónde frecuenta diversos locales y pubs. Trabajó como pianista de un humilde bar, quizás para compartir su frustración y soledad con otros músicos.
En 1971 firma un contrato con la casa discográfica “Family Records”, teniendo numerosos problemas legales y dificultades de producción. Finalmente logra cambiar para la Columbia Records, casa de discos con la que editó “Piano Man”. Respecto al álbum, segundo de su discografía, se publica en noviembre de 1973 por el sello Columbia Records e incluye 10 pistas. Grabado en los estudios “Devonshire Sound” de Los Angeles (California), cuenta con la producción de Michael Stewart, un reputado músico y compositor del circuito californiano. En 2011 sale a la luz una nueva redición del disco, añadiéndose material extra y otras pistas como “Everybody Loves You Now», “Nocturne” o “Turn Around”.
No puede faltar en este artículo la ya habitual mención al personal que hizo posible obra: Billy Joel (armónica, teclado, piano y voz), Billy Armstrong (violín), Eric Weissberg y Fred Heilbrun (banjo), Wilton Felder y Emory Gordy (bajo y teclados), Larry Carlton, Richard Bennett y Dean Parks (guitarras), Michael Omartian (acordeón), Ron Tutt y Rhys Clark (baterías) y Laura Creamer, Mark Creamer y Susan Steward (coros). Todos ellos, magníficos músicos relacionados con el jazz, el country o el rock, como el guitarrista Larry Carlton o el baterista Ron Tutt.
Dentro del disco, repleto de hits, nos encontramos con magistrales pistas como “Worse Comes to Worst», “Travelin’ Player” o «The Ballad of Billy The Kid”. Billy Joel y su banda ejecutan estos temas con gran virtuosismo.
El punto álgido del elepé llega con el clásico “Piano Man”, canción que se convierte en un estándar desde el primer momento en que Billy Joel la interpreta. Muy variadas han sido las versiones que otros músicos realizaron de este tema. Seguro que muchos españoles recuerdan la revisión que hizo Ana Belén, y aunque la letra no tiene nada que ver con la original, si realizaron un excelente trabajo. Otros espléndidos cortes que completan el disco son el pegadizo “Ain’t No Crime”, y “Captain Jack”, poniendo punto y final a una obra redonda.
Así concluye este disco, cortesía del hombre del piano, toda una leyenda de nuestro tiempo. Ganador de infinidad de premios y reconocimientos, Billy Joel es una pieza clave no sólo para el rock, sino también para la música en general.
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