En 1978, los estadounidenses Van Halen debutan con este álbum homónimo, repleto de hits y situándoles como una de las bandas más emblemáticas del rock.
Este innovador disco contiene canciones como “Eruption” un tema instrumental que incluye un excepcional riff de guitarra, considerado como uno de los mejores solos de la historia del rock. Su creador, el virtuoso Eddie Van Halen– un guitar hero en toda regla – dota al disco de sonidos únicos, utilizando efectos de modulación como el flanger y popularizando el <<tapping>>, una técnica de guitarra que consiste en tocar con una o dos manos sobre el mástil. Esta técnica ya había sido utilizada por otros guitarristas con anterioridad, como Jimi Hendrix, el músico de jazz Stanley Jordan o Steve Hackett entre otros. Pero ha sido Eddie Van Halen el que la elevó a la máxima potencia.
“Runnin’ with the Devil” es todo un clásico del hard rock, con un solo de guitarra made in Eddie Van Halen. “Ice Cream Man” y “Little Dreamer” son cortes incendiarios que no te dejarán con indiferencia. Otros temas como “Ain’t Talkin’ ‘Bout Love”, con ese mítico riff de inicio y la fantástica versión del “You Really Got Me” de los Kinks de Ray Davies completan un disco absolutamente redondo.
El disco se publica en 1978 por el sello Warner Bros Records, cuenta con la producción de Ted Templeman y consta de 11 temas. Como ya es costumbre, haremos mención a los músicos que hicieron posible esta obra: Michael Anthony (bajo), Eddie Van Halen (guitarra), David Roth (voz) y Alex Van Halen (batería).
Van Halen cambió la forma de entender el rock duro, de eso no hay ninguna duda. Sus nuevos sonidos, sus efectos y la marca personal de Eddie Van Halen a la guitarra, los convirtieron en una banda de culto para el rock.
Un disco magistral. O cómo hacer punk tocando heavy metal (¿o era al revés?).
Un abrazo.
Toda una joya de álbum, Gonzalo. Tus palabras, tan acertadas como siempre. Ajaja, creo que era una mezcla de los dos, y al revés también! Un abrazo