Janis Joplin – I Got Dem Ol´ Kozmic Blues Again Mama! – (Columbia 1969)

Janis Joplin es una de las cantantes más destacadas que ha visto nacer el siglo XX. Pese a su corta vida, nos dejó una pequeña obra, pero a su vez intensa e imborrable. Aclamada como la mejor vocalista de todos los tiempos, las alabanzas que recibió fueron infinitas. Incluso, el New York Times llegó a publicar: “es un verdadero talento de la música pop, tan notable que hace años que no emerge alguien así

Originaria de Texas, en 1963 se traslada a San Francisco acompañada de  Chet Helms, un amigo de la infancia que la introduce en el mundo de la música y entra a formar parte como co-vocalista en la “Big Brother & The Holding Company”, un grupo inmerso en la corriente psicodélica del momento. Actúan en un sinfín de locales de la bahía y cosechan gran repercusión, sobre todo después de tocar en el Monterey Pop Festival de 1967. En aquel legendario concierto interpreta uno de sus clásicos más brillantes, el mítico ”Ball & Chain”. Con una voz  poderosa y desgarradora, deja boquiabiertos a los miles de afortunados que allí presentes. Destacar que Janis Joplin es influenciada por cantantes femeninas como Big Mama Thornton, Bessie Smith o Huddie “Leadbelly” Ledbetter.

Después de varios años en la banda de rock-psicodélico que vio nacer la voz del mito, y de grabar el clásico “Cheap Thrills”, Janis Joplin cambia de rumbo y forma una banda más orientada al blues, soul, y también se atreve con el funky. Para ello, se lleva a su compañero de la Big Brother, el guitarrista Sam Andrew.

La Kozmic Blues Band estaba constituida por músicos más profesionales, siendo el enigmático productor Albert Grossman el responsable del tremendo éxito de la Big Brother. Tiempo después, lo sustituye Gabriel Mekler, que aparte de productor también colabora en el álbum a los teclados.

Incorporan una gran sección de vientos con Cornelius “Snooky” Flowers (saxo barítono), Terry Clements (saxo) y Luis Gasca (trompeta), una buena base rítmica y teclados. Músicos brillantes que dan  un  cambio de aires pasando a ser por primera vez la banda de Janis Joplin. El álbum también cuenta con la ayuda de sus dos amigos Mike Bloomfield y Nick Gravenites, que componen temas como “Work Me Lord”  con  Sam Andrew a la guitarra líder.

La aportación de estos músicos y la voz de Janis, convierten a este disco en imprescindible, incluyendo clásicos de sobra conocidos como “Try (Just  A Little Bit Harder)”, tema que abre el álbum, “Maybe”, balada maravillosa dónde se aprecia la ternura de Janis con un marcado estilo soul. En “One Good Man” desgrana un blues acompañado del héroe de la guitarra Mike Bloomfield y en “To Love Somebody”, versiona el popular tema de los Bee Gees y que el mismísimo Otis Redding iba a grabar en el 67 , pero un fatal accidente aéreo se lo impidió. Otros cortes extraordinarios son el “Kozmic Blues”, el lamento de “Little Girl Blue” y la soberbia “Work Me Lord”, de estilo góspel,  dónde Janis nos deja su característico sello y  voz única.

Janis Joplin es uno de los iconos del rock más representativos de la historia. Se le recuerda por su libertad, por su música, por su aspecto hippie, por su frescura, por su talento, por su voz, y por su desgraciado fallecimiento en 1970 a los 27 años. En el cielo del rock toca una banda eterna que se llama el club de los 27. Janis ya está al lado de los más grandes. Janis está al lado de mitos como Hendrix, Jim Morrison o Brian Jones.

La Perla, Janis Joplin, llegó a expresar con motivo de su soledad:<<Me siento tan inútil aquí  abajo, sin nadie a quien amar. A pesar que he buscado por todos lados, no puedo hallar a nadie que me ame, que sienta mi cariño>>

Booker T. & the M.G.’s – Green Onions

La enorme popularidad que alcanzó en los 60 la banda estadounidense “Booker T. & the M.G.’s”, fue directamente proporcional a “Green Onions”, álbum instrumental publicado en 1962 y primero de su discografía.

Los Booker T. estuvieron muy vinculados al sello “STAX Records”, una de las compañías discográficas más relevantes del soul y la música negra. También se caracterizan por tener  diversas razas entre sus integrantes, que funcionan en conjunto como una máquina perfectamente engrasada. Cabe destacar sus cooperaciones junto al gigante del soul Otis Redding, siendo su banda de acompañamiento y su base rítmica.

“Green Onions” (cebollas verdes)  es mucho más que un disco. Es una referencia inexcusable que muestra su manera de entender el rock y la dificultad que conlleva transmitir al público la pureza de la música a través de una obra instrumental en su totalidad. Guitarras, órganos y pianos parecen cobrar vida… no hace falta cantar…

Los ingredientes que hicieron posible este  trabajo de 1962 fueron: Steve Cropper a la guitarra, Booker T. Jones (piano), Al Jackson Jr (batería), Lewie Steinberg (bajo). Tres años después, en 1965,  entra a formar parte de la banda el extraordinario bajista Donald «Duck» Dunn, al que haremos especial mención y un merecido homenaje, ya que falleció en este mes de Mayo a los 70 años de edad.

Aunque Donald “Duck” no participó en “Green Onions”, posteriormente se convirtió en un pilar de los Booker T. y en  colaborador esencial que ha trabajado como músico de sesión para mitos de la talla de Muddy Watters, Wilson Pickett, Eric Clapton, Bob Dylan, Elvis Presley, Willie Dixon, los Blues Brothers o Jerry  Lee Lewis.

La  categoría de Donald ya se describe por sí sola, dejándonos un legado a la altura de  unos pocos elegidos. Participó en multitud de grabaciones al lado de los más grandes y marcó un estilo único e inconfundible. Incluso, la importante compañía fabricante de instrumentos musicales Fender, comercializó un bajo eléctrico que lleva su nombre. Donald Duck también actuó en la película de 1980 dirigida por John Landis “The Blues Brothers”, en España bajo el título de “Granujas a todo ritmo”.

Volviendo al álbum, que incluye doce pistas, abre con el clásico entre clásicos “Green Onions”, todo un hit e infinidad de veces versionado por otras formaciones, siendo utilizado en anuncios publicitarios, radio, televisión y en un buen número de films como BSO de “Quadrophenia”.

Continúan con un divertido “Rinky Dink”, tema que podía haber encajado como banda sonora en cualquier película de Walt Disney. Otros espectaculares son “Mo’Onions”, “Twist and Shout”, “Behave Yourself”, “I Got a Woman” o “Lonely Avenue”. La música es un estado de ánimo y se demuestra en temas como “Stranger on the Shore”.

Booker T. & the M.G.’s, reyes del soul, rebosan de una calidad musical y un derroche de imaginación inigualable.  Me atrevo a decir que “Green Onions” es el mejor disco instrumental que jamás se haya visto. Un clásico.

Van Morrison – “..It´s Too Late To Stop Now…” (Polydor 1974)

En 1967, Van Morrison estuvo a punto de abandonar la música por desavenencias con Them, la banda que el mismo fundó. Este legendario grupo surge en 1963, en Irlanda del Norte, en Belfast. Obtienen gran éxito cuando se trasladan a Londres, momento en el que  todo gira en torno a la figura y la excelente voz bluesy de Van.

Con sólo dos discos editados, “Them” y “Them Again”, esta formación nos deja grandes clásicos: “Baby Please Don´t Go” o “Here Comes The Night”, propiedad del compositor e insigne productor neoyorquino Bert Berns, recordado por hits como el “Hang On Sloopy”, “Twist And Shout” o “Piece of My Heart”, popularizados con éxito por los Beatles, The MCoysJanis Joplin.

Entre Bert Berns y Van Morrison pronto surge una bonita amistad. Pero sería en 1965 cuando logran mayor fama, gracias al tantas veces versionado “Gloria”, que se coloca como Nº1 en  las listas musicales de la época y proyecta a Van Morrison hacia el estrellato en los EE.UU. Bert Berns fallece poco tiempo después, a los 38 años, y fue una figura vital en la carrera de Van Morrison. Lo  convenció poco antes de su muerte, para que grabe en solitario e iniciar así una importante trayectoria como solista fuera de los rankings comerciales. Van creó un estilo musical personal y propio, que se mantiene hasta nuestros días.

Después de varios discos esenciales, en 1973 forma una virtuosa banda “The Caledonia Soul Orchestra”, para girar por América y Europa, contando en sus filas con doce integrantes. Una formación espectacular que causa sensación incorporando una sección de cuerdas (tres violinistas, viola y cello) con músicos de corte clásico, que dan profundidad y belleza inusual. También incluyen sección de vientos y piano. En definitiva, una orquesta con letras mayúsculas, perfectamente ensamblada y dirigida por el León de Belfast.

El álbum original publicado en el 74, recoge 18 grabaciones realizadas en el verano de 1973, en tres localizaciones diferentes, dos de ellas en California, el “Troubadour” de Los Ángeles y el “Santa Mónica Civic” de Santa Mónica. La otra tiene lugar en el “Rainbow Theater” de Londres, en dónde desgranan casi todos sus éxitos hasta la fecha.

En este doble álbum te encuentras temas de su etapa previa, como “Here Comes The Nigth”. El momento álgido llega durante la interpretación de “Gloria”, todo un hit patrimonio de la humanidad. Increíbles los “I Believe To My Soul” de Ray Charles o el clásico del blues “Help Me”.

De sus primeros discos en solitario selecciona el “Cyprus Avenue” del  apoteósico Astral Weeks, “Into de Mystic” y “Caravan” del Moondance, “Domino” y el soul “I´ve Been Working” de His Band And The Street Choir o “Saint Dominic´s Preview”, “Listen To The Lion”, “Warm Love” de sus dos anteriores álbumes. Con este amplio abanico de lo mejor de “Van The Man” hasta aquella fecha, nos regala un abundante número de clásicos con una poderosa y personalísima voz.

Larga y brillante ha sido la travesía musical del norirlandés Van Morrison, un animal del directo cuyo hábitat natural es el escenario. Aparte de prolífico actor y cantante, nos dejó infinidad de hits durante medio siglo. Este directo se encuentra entre los elepés más destacados de toda una década.

Y como la vida sigue “…es demasiado tarde para pararse ahora”…

Lone Star – Reportaje – Tú si tienes libertad

Definir la música de una banda de este nivel, que ha tenido una trayectoria impecable, que ha sido pionera del rock en España, que ha cantado sus temas en tres idiomas como el Español, Catalán e Inglés y que ha sentido el rock de una manera tan intensa y palpitante como el grupo catalán “Lone Star”, es tarea difícil. A mi juicio, es casi imposible hacer justicia encerrándoles dentro de las sencillas palabras que comprenden este artículo.

La historia de Lone Star rebosa de momentos inolvidables. De algún modo transmitieron eso que solemos llamar “libertad musical” y a la que muy pocas formaciones han sabido o querido optar. Así que, continúa leyendo estas líneas y súbete al autobús del rock and roll.

En 1959 Pedro Gené, natural de Barcelona y virtuoso músico de conservatorio, decide irse a Inglaterra en dónde vive en primera persona toda la explosión y el nacimiento del rock. Regresa a  España, con la intención de formar un grupo de rock and roll. Posteriormente contacta con sus antiguos compañeros y se le unen Rafael de la Vega al bajo, Enrique López a la batería, Enric Fusté al piano y el propio Pedro Gené  a la guitarra y voz. Esta sería la primera alineación de Lone Star. El nombre de “Lone Star” (estrella solitaria), se debe a la influencia que el blues sureño ejerce sobre Pedro Gené.

Todos ellos poseen una educación musical superior al resto de bandas contemporáneas, auténticos profesionales que sienten pasión por mitos como Chuck Berry o Elvis Presley y por estilos como el Jazz, Soul, Rock o el Rythm And Blues. Géneros inusuales para una época, en la que el público baila al son de una música  políticamente correcta, dentro de los límites establecidos. Lone Star era demasiado moderno e innovador para la incultura musical que reina en aquellos tiempos. En cierto modo, fueron un grupo célebre, pero al mismo tiempo semidesconocido y en ocasiones incomprendido.

Como ciudad portuaria, Barcelona es un importante punto de encuentro de diferentes culturas y también cuna de otros excelentes grupos de rock como Los Salvajes, por dónde entra con mucha más facilidad música rock, ya que en aquellos años, eran muy pocos los discos de rock que se distribuían en nuestro país. En cierta ocasión, durante una de las primeras actuaciones de Lone Star, en un local frecuentado por marinos de la Navy, un holandés llamado Willy Nab sube al escenario con su guitarra y toca con el grupo. Willy sería el quinto integrante de Lone Star. Estamos en 1962.

 En 1963, son contratados por la compañía EMI, con la que graban una buena cantidad de EP’S. Pero condicionados por la productora, ya que esta les recalca en que no pueden utilizar composiciones propias, tienen que versionar hits extranjeros pertenecientes a otras formaciones. Entre discrepancias y discusiones, Pedro Gené acepta estas limitaciones que les imponen. De alguna manera, los condenan al “versionerismo”.

A lo largo de este período, en sus EP’S se encuentran temas como “La Guajira”, “Celia”, “I want you with me”, “América”, la canción italiana “Ora che non siamo piú sieme”,  “Todo es parte de Ti” (versión de un clásico de Elvis Presley), o “My Babe”, primer rock en inglés que se grabó en España. Seguidamente publicaban más EP’S figurando otra nueva versión del “She Loves You” (Ella te quiere) de los Beatles… pero ya ve la luz “Peggy” composición propia de Gené.

Durante los años 1963-1964, Lone Star incorpora a Joan Miró, que sustituye al guitarrista Willy Nab, a su vez, el co-fundador del grupo Enric Fusté, abandona la banda.

Llega 1964, punto álgido de su carrera gracias a una versión que aparece en su sexto EP, el clásico “The House of the Rising Sun” (La Casa del Sol Naciente), propiedad de la banda británica “The Animals” de Eric Burdon. La calidad que atesora esta versión refleja una maestría y cohesión entre los músicos y sus instrumentos fuera de lo normal, superando al original. Solo aportaremos un par de datos: se vendió más está versión en España, que la de los propios Animals, aparte de ser número uno en Venezuela y en el resto de países latinoamericanos. En este mismo EP, también aparece otra espléndida versión del “I’m Crying” (Yo lloro) de los Animals. Tanta repercusión y éxito obtuvieron, que un año más tarde se consiguió que Lone Star y los Animals de Eric Burdon se encuentren en un Hotel de Barcelona.

De los años 1965 a 1967, sería otro ciclo de triunfos gracias al tema “Compresión”, versiones de “Nuestra Generación” (My Generation) de The Who, “Satisfaction” de los Stones, “Vuelve, Sloopy” (clásico de los Mcoys de Rick Derringer).

Uno de los momentos culminantes de su carrera les vino en 1967, gracias a su primer álbum “Un conjunto con antología”, en el que se recopila varios de los temas de sus anteriores EP’S,  versiones, y lo que tiene una importancia vital: composiciones propias, destacando “Río sin fin”, o “La Leyenda”. Con estos temas saldrían  victoriosos en su eterna lucha, llegan a un acuerdo con EMI, el disco constaría de dos partes, una de versiones y en la otra se incluyen canciones propias. Y aquí en esta etapa, es donde entra el guitarrista Alex Sánchez en el grupo sustituyendo a Joan Miró.

También ofrecen memorables conciertos de Jazz en España, algo nunca visto en nuestro país. Estos recitales constan de dos partes, una jazz y otra rock, teniendo lugar en el San Carlos Club de Barcelona y en el Teatro Beatriz de Madrid. En 1968 optan por realizar singles, incluyendo uno de los mejores temas de los 60 y uno de sus himnos: “Mi Calle”.  Y otros clásicos como «La fiesta», «Vieja Estación» o «Thinking of You».

En ese año, publican dos LPs, “Vuelve El Rock”, que contiene pistas como «Lucille», «»Long Tall Sally» o «Josephine». Y el apoteósico “Lone Star en Jazz”. Sufren otro cambio en la batería, Enrique Lopez deja su sitio a Luis Masdeu. 1969 es otro año de éxito y de premios gracias al single “La Trilogía”.

Entran ya en los 70, impulsados por un arrollador directo “Spring 70”, que recoge varias de sus actuaciones en Alemania y Suiza, conteniendo un eterno “What’d I say” de Ray Charles, o el “She’s not there” de The Zombies. Cierto aire blues-rock les invade…y nos muestran una leve inclinación hacia el rock progresivo.

Llegaba el monumental “Lyla”, y otros grandiosos como “Es Largo el Camino» de 1972, en el que destacan temas como “Pájaros de fuego” o “Halleluya”. Aparte de dejarnos un amplio abanico de clásicos como “My Sweet Marlene”, o “Chica Solitaria”.

Llega uno de sus discos en directo más vendidos allá por 1973, titulado “¡Adelante! Rock en Vivo”, que contien clásicos como el explosivo ¡Adelante!, “It’s Saturday night”, Let’s rock together o “Canta conmigo rock & roll”. Rafael de la Vega deja el grupo, siendo sustituido por Sebastià Sospedra, ex integrante de Los Salvajes. Tiempo después, un histórico del rock catalán, Josep Vilaseca “Tapi”, se hace cargo de la batería. Ese año LONE STAR da un espectacular concierto en el portaviones John Fitzgerald Kennedy.

Ofrecen tiempo después, en 1974, el que quizás fue su concierto más transcendental, siendo la primera banda de rock en actuar en el Palau de la Música de Barcelona, una especie de santuario musical en el que solo se deja tocar… ¡¡¡¡música clásica!!! El rock ya esta aquí, y no entiende de fronteras ni lugares. Esa noche, Lone Star tocó rock, jazz y música clásica. Durante estos años, Tapi y Sebastià Sospedra abandonan el grupo. Su lugar es ocupado por Luis Masdeu y Ricardo Acedo. De esta etapa también se graba otro single, “El Camino” y graban un nuevo LP: “Síguenos”, que incluye el hit “La oveja negra”. Otro famoso y nuevo sencillo sale a la venta “Pobre Pescador”, de 1974.

El concierto de LONE STAR junto a Eric Burdon de The Animals, reúne a más 100.000 personas en la recta de Montjuich en Barcelona y raya  lo sobrenatural. En 1982, Lone Star realizan el álbum «Viejo Lobo», uno de los mejores discos de Lone Star, conteniendo magníficos temas como «En el año 62» e «Hijos del Rock and Roll».

Se avecinan tiempos difíciles. Se cumplen 25 años de existencia, mucho tiempo de historia, de rock y de carretera,  y aunque continúan lo largo de los años con distintos componentes, se disuelven definitivamente, habiendo un intento de regreso a mediados de los 90. En 1996 se realiza un concierto – homenaje “Grec 96” acompañado por otros músicos como Loquillo, Manolo García o Rosendo.

Gracias a álbumes recopilatorios de grandes éxitos, como los publicados por el sello “Ramalama Music”, disfrutamos de su música y de sus distintas etapas, “Lone Star – Todos Sus Singles” y  “Lone Star Todas Sus Grabaciones 1972-1979”.

Finaliza así su épica aventura por los designios del rock. En ocasiones renuncian a la gloria de los millones, pero la cultura musical que nos dejaron fue iniguable. Y como declaran en su tema ¡Adelante!:

<<Dejadme que os cuente algo,  del grupo LONE STAR, empezamos un día, en una cava de jazz, mucha gente cada noche, poco dinero a ganar, cuba-libres de ginebra, y amigos de verdad, un día llegando a casa, casi amaneció, alguien me estaba esperando, tuve un pequeño sermón… – Oye, vas por mal camino, Si tal vez tengas razón,  Pero mi vida es la música, ¡La llevo en el corazón!>>

¡¡¡¡Aaaaaaadeeeeeeelaaaaanteeeee!!!!

Infinitas gracias, Lone Star (rockandrollismyaddiction.wordpress.com)

Al Kooper & Shuggie Otis – Kooper Session (CBS 1969)

Al Kooper es uno de los músicos más relevantes del rock. Nos dejó un elevado número de composiciones. Creó grupos transcendentales. Colaboró con grandes músicos contemporáneos suyos y además posee una intuición innata para descubrir y producir excelentes bandas. Al es un genio.

Nacido en 1944, en New York, en el barrio de Brooklyn, a muy temprana edad comienza componer y a especializarse en el órgano Hammond. Con tan solo 16 años realiza su exitoso primer hit para Gary Lewis & The Playboys, el tema “This Diamond Ring”, en 1960.

Esta formación fue muy popular en los inicios de los 60 y más aún porque Gary era hijo del famoso cómico Jerry Lewis. Más adelante, Al Kooper se hizo amigo del prestigioso productor Tom Wilson, que lo invita a cooperar en unas grabaciones con el legendario Bob Dylan. De esas grabaciones, Kooper se hizo con un lugar en la historia de los mitos del rock: participa al órgano en uno de los temas estelares del rock, el antológico Like A Rolling Stone”.

El talento de Kooper le valió para estar en los momentos más álgidos y elitistas de la época dorada del rock, colaborando con Bob Dylan, los Rolling Stones en su mítica “You Cant´ Always Get What You Want”, “Rael” de The Who en el clásico álbum “Sell Out”(que fue la base del tema “The Underture” para la famosísima ópera rock “Tommy”) y en Electric Ladyland, “Long Hot Summer Night” de Jimi Hendrix.

Buscando nuevas fórmulas, después de fundar y tocar en bandas como “The Blues Project”,“Blood Sweet and Tears”, o crear el históricoSupersessiónjunto a su inseparable Mike Bloomfield y Stephen Stills, Al Kooper publica un disco soberbio acompañado por Shuggie Otis.

“Koopersession” de 1969 es un magnífico álbum. Semidesconocido pero extremadamente bueno. Sirvió para impulsar al por aquel entonces adolescente Shuggie Otis, hijo del popular músico y empresario de Rhytm & Blues Johnny Otis. Shuggie Otis, desde niño y gracias al carisma de su padre, estuvo siempre rodeado de extraordinarios músicos, de los que fue absorbiendo una importante sabiduría y destreza inusual, tocando no sólo la guitarra eléctrica, si no también otros instrumentos.

Producido por el propio Al Kooper, y grabado en la CBS,Koopersession” se divide en dos partes: La primera se llamó “The Songs”, formada por cuatro temas, comenzando con ”Bury My Body”, largo y espiritual emulando los sonidos góspel, con majestuosos solos de piano y guitarra y la contribución de unos coros a cargo de las “Harris Robinson Singers”. A continuación “Double or Nothing”, una dulce versión de Bookert T & the Mg´s.

“One Room Country Shack”, perteneciente a Mercy Dee Walton, fue uno de los blues más versionados y que en esta ocasión, la banda le otorga un cierto toque oscuro. Y para terminar esta primera parte, una balada muy especial a cargo del tándem Kooper-Otis, “Lookin´For A Home”, un tema triste con la suave voz de Kooper y un solo de Otis espléndido.

La segunda parte fue denominada “The Blues”, incluyendo tres temas. La primera es “12.15 Slow Goonbash Blues”, un instrumental ejecutado a la perfección, dónde se aprecia la veteranía del resto de la formación que tienen lugar en esta obra: Stu Woods al bajo y Wells Kelly a la batería. El segundo, con un título indescifrable, es una muestra en directo, que desafortunadamente posee un pésimo sonido. Cierran con un “Shuggie´s Suffle”, en dónde Shuggie nos muestra su habilidad a la guitarra.

Gracias a este álbum y a la figura de Al Kooper , Shuggie Otis tuvo la oportunidad de realizar en solitario discos admirables, colaborar con otras estrellas de la época y sobre todo, continuó trabajando con su padre Johnny Otis, obteniendo gran éxito.

Cuando se editó este LP, Shuggie contaba con tan solo 15 años de edad.

Stevie Ray Vaughan and Double Trouble – Couldn’t Stand the Weather

En el verano de 1984, el legendario bluesman tejano Stevie Ray Vaughan inicia con más intensidad su ascenso hacia el estrellato gracias a Couldn’t Stand The Weather”,  el segundo álbum de su discografía y digno sucesor de su anterior e inolvidable obra de debut “Texas Flood” de 1983.

Se consolida por aquella época Stevie Vaughan como un gigante del blues moderno. Un nuevo mesías de los doce compases que se dejó la piel por la música del alma. Revitaliza el género y desata una nueva oleada de blues a nivel mundial.  Couldn’t Stand The Weather”, contó con la producción del célebre John Hammond, un afamado crítico y responsable del éxito de artistas de la talla de Bob Dylan, Leonard Cohen o Billie Holiday.

Abre el disco con el arrollador instrumental y a un ritmo frenético “Scuttle Buttin’”, por un instante, nos hace recordar a otro excelente bluesman tejano, Lonnie Mack. Continua deleitándonos con “Couldn’t Stand The Weather”, que incluye un solo de guitarra impresionante, con un lento “The Things (That) I Used to Do”, invadirá tus oídos completamente y no te deja escapar…

Llega uno de los momentos culminantes del disco, conectando de manera especial con ese dios de la guitarra llamado Jimi Hendrix. Su aureola mágica lo impregna y se siente cuando la Stratocaster Number One de Stevie emite los primeros sonidos de “Voodoo Child (Slight Return)”, clásico tema del trio “The Jimi Hendrix Experience”, de aquel histórico Electric Ladyland de 1968. Y llegado este punto álgido, en el que Stevie Ray hace gala de un gran virtuosismo, nos hacemos la siguiente pregunta… ¿Era Vaughan el nuevo rey de las seis cuerdas?

Sigue con los esplendidos riffs de “Cold Shot”, refleja un sentimiento musical fuera de lo común en la bella balada “Tin Pan Alley”, el inconfundible sonido tejano corre a cargo de un fantástico “Honey Bee”, para finalizar con los aires jazzísticos que envuelven a “Stang’s Swang”.

Aclamado por los analistas, se situó como uno de los mejores discos de la época. Originalmente constaba de ocho pistas, en posteriores rediciones como la de 1999, se añaden cinco más “SRV Speaks” (extracto de una entrevista), “Hide Away”, “Look at Little Sister”, “Give Me Back My Wig” y “Come On”, todas ellas de impecable factura. También figura la gran versión del anteriormente mencionado “Hide Away” del bluesman Freddie King.

Así concluye esta obra del “Tornado de Texas”, que acompañado de sus Double Trouble, nos transmitieron una grandeza, pasión y sensibilidad solo al alcance de unos pocos elegidos, convirtiendo a Stevie Ray Vaughan en un mito y despejando todo tipo de dudas. Había nacido el salvador del blues.

Eric Clapton – E.C. Was Here – (Polydor – 1975)

Por fortuna para la música rock, en 1974 resurge uno de los más grandes guitarristas de todos los tiempos, ya por aquel entonces considerado una leyenda. Eric Clapton logra salir de un profundo pozo de heroína y depresión, da un giro a su vida y vuelve a reinventarse a las seis cuerdas.

Desde la época de Derek and the Dominos en 1970, Eric Clapton solo aparece en dos intervenciones históricas: una de ellas fue el Concert For Bangladeshde 1971, a petición de su amigo George Harrison. La otra, el Rainbow Concert en 1973, un concierto memorable que organiza Pete Townshend para rescatar a Clapton de su oscura vida. La amistad que Eric tiene con Townshend y Ronie Wood, le sirve para colocarse de nuevo en el lugar que le corresponde, pero después de pasar tres años casi inactivo. De algún modo, Townshend y Ronie ayudan a Clapton a curarse de su adicción a las drogas.

En 1974, Eric Clapton bajo la producción del ingeniero Tom Dowd, que ya había trabajado en varios discos en su etapa con Cream y en Layla And Other Assorted Love Songs de los Derek and the Dominos, se traslada a Miami, a los Criteria Studios en dónde graba su segundo álbum en solitario: “461 Ocean Boulevard”. Para la ocasión, Clapton forma una nueva banda con músicos americanos, la mayoría de la zona de Tulsa, y también con algún viejo conocido, como Carl Radle al bajo y el magnífico guitarrista George Terry.

Eric consigue unir a todo un carrusel de virtuosos músicos: el batería Jamie Oldaker, Dick Sims (teclados) y una acertada incorporación femenina: la vocalista Marcy Levy, que solía acompañarse de una pandereta. A su lado, Yvonne Elliman, que venía de colaborar en la famosa ópera rock “Jesus Christ Superstar´s”, representando el papel de María Magdalena. Y así, Mr. Clapton obtiene una formación musical muy completa.

“E.C. Was Here” fue el resultado de la gira mundial de Clapton, con seis temas capturados en diferentes localizaciones como el “Long Beach Arena” de Los Ángeles, el Providence Civic Center” de Rhode Island cerca de Nueva York y el “Hammersmith Odeon” de Londres.

Eric cambia totalmente su repertorio, pero sin renunciar a canciones clásicas que ya había tocado en anteriores grupos.  Interpreta viejos blues de sus influencias como Freddie King o Robert Johnson. Realiza magistrales actuaciones reflejadas en “Have You Ever Loved A Woman” o el soberbio “Rambling On My Mind”. Otros estándares de blues escogidos para el álbum son: “Driftin´ Blues” o el tantas veces versionado “Further On Up The Road”. Estos temas adquieren otra dimensión, con riffs espectaculares y una banda perfectamente engrasada. Slowhand se alza así a lo más alto del blues, su verdadera vocación.“Presence Of The Lord” y “Can´t Find My Way Home”  son dos temas de su anterior período con  Blind Faith, y tienen un aire renovado por cortesía de mano lenta.

E.C. Was Here”, con el paso de los años retornará como un clásico del blues. Y lo recuerdo por su música, pero también por las excitantes curvas de su portada, y porque reconvirtió a Eric en uno de los héroes de la guitarra de siempre.

Eric Clapton, estuvo aquí.

Jethro Tull – This Was

Revisitando la extensa discografía de los británicos “Jethro Tull”, me encuentro con un álbum de debut sorprendente y que nada tiene que ver con lo que esta banda realizó en años venideros: le llamaron “This Was”.

Publicado en 1968, algo mágico invade a este disco. Lo cubre  un aura mística que solo el blues es capaz de otorgar. Una buena parte de culpa de la atmósfera blusera que envuelve a “This Was”, la tuvo su virtuoso guitarrista y ex – integrante Mick Abrahams, que vivió una corta pero intensa relación con los Tull entre los años 1967 y 1968, orientando a esta primera obra hacia el blues con pinceladas jazzísticas.

Posteriormente, Mick Abrahams abandona los Tull por opiniones dispares y  desavenencias con su líder Ian Anderson, ya que tenían puntos de vista diferentes sobre el rumbo musical que debía tomar el grupo. Tiempo después, Abrahams formó una nueva banda a la que bautiza como Blodwyn Pig.

Comienzan con “My Sunday Feeling”, tema que en ocasiones nos hará recordar a los “Cream” de Mr. Clapton. Dan la bienvenida al blues con “Someday the Sun Won’t Shine for You” y “Beggar’s Farm”, siendo protagonistas la armónica y flauta de Anderson, que nos va preparando para el resto del disco.

Continúan con los delicados toques de Jazz de “Move On Alone”, representado en su totalidad por Mick Abrahams. Llega la memorable pieza instrumental “Serenade To Cucko”, perteneciente al músico estadounidense de jazz Roland Kirk. La batería de Clive Bunker y la impresionante técnica de Anderson a la flauta predominan en otro instrumental “Dharma For One”. Siguen con un bello blues “It’s Breaking Me Up”.

Cat’s Squirrel, es un tema tradicional que incluían los “Cream de Eric Clapton en su primer disco “Fresh Cream” de 1966. Y uno de los puntos culminantes tiene lugar con el clásico “A Song For Jeffrey”, un blues psicodélico que utilizaron para abrir el telón de aquel  programa – concierto de los Rolling Stones “Rock And Roll Circus” de 1968. Ponen fin a esta obra con un breve “Round”.

Grabado con un bajo presupuesto económico, así despiden los Jethro Tull, este “This Was”. Años después se alejaron del blues, pero nos dieron muestra de su talento y se consolidaron como una banda legendaria. De las más capaces e imaginativas a la hora de interpretar cualquier estilo.

Ian Anderson (voz, flauta, armónica), Mick Abrahams (guitarra y voz),  Clive Bunker (batería), Glenn Cornick (bajo)

The London Howlin´Wolf Sessions – Chess – (1971)

Chester Burnett, apodado “Howlin´Wolf” por sus característicos aullidos, fue uno de los artistas emblemáticos dentro del blues-eléctrico en el Chicago de los 50, junto al otro pilar fundamental en la historia del género, el gran Muddy Waters.

Nacido en 1910 y originario del estado de Mississippi,  en concreto de West Point, Chester  aprende de los más grandes del blues del Delta. Uno de ellos fue Charlie Patton, conocido bajo el nombre de “la voz del Delta” y también de otros clásicos históricos como Robert Johnson o Sonny Boy Williamson, con los que trabajó y les unió una próspera amistad.  Howlin´ Wolf, como otros tantos granjeros del Delta, emigra a Chicago y aprovechando su veteranía y experiencia, recala en los estudios Chess, dónde graba sus dos primeros discos.

“Moanin´In The Moonlight” (1959) y “The Rocking Chair” (1962),  son dos clásicos transcendentales del blues, cargados de temas esenciales: “Spoonful”, “Little Red Rooster”, “Back Door Man”, “Goin´Down Slow” y un largo etcétera. Estas canciones y la forma de interpretarlas han sido una gran influencia para las nuevas generaciones, que descubrieron el extraordinario potencial del blues y lo revivieron en la época dorada del rock, realizando acertadísimas versiones  de estas canciones bandas de la talla de  los Rolling Stones, Cream, The Doors o los Grateful Dead.

 “The London Howlin´Wolf Sessions”  se fragua durante un concierto en los en el Fillmore Auditorium de San Francisco en 1969. Allí coinciden Eric Clapton, Mike Bloomfield y el prestigioso productor de la Chess,  Norman Dayron.

Norman le propuso a Eric grabar un disco con Howlin Wolf, a lo que éste le respondió: ¿estás de broma?  Norman le contestó que no y que un año antes habían grabado con verdadero éxito el también clásico con Muddy Waters, “Fathers and Sons” acompañados por Mike Bloomfield y Paul Butterfield.

Eric Clapton se lo toma en serio, le dice que estará una semana en Los Ángeles y le da su número de teléfono. Poco tiempo después, graban estas sesiones en Inglaterra. El álbum se captura en Mayo de 1970, en los Olympic Studios de Londres. Intervienen Howlin´Wolf  y otros miembros incondicionales  de su banda: Hubert Sumlin (guitarra) y  Jeffrey M. Carp (armónica), al lado de la juventud y frescura de Eric Clapton y unos amigos que reclutó para la ocasión, como Steve Winwood, Ringo Starr y Klaus Voorman.

Estos dos últimos serían remplazados por los componentes de los Rolling Stones, Bill Wyman, Charlie Watts y el sexto stone Ian Stewart, por ser mucho más afines al blues. También estuvieron apoyados por otros instrumentistas, la mayoría músicos de sesión de la Chess.

Gran parte de las pistas que contiene este álbum son  clásicos del  blues: “Rockin Daddy”, “Sittin´On Top Of The World”,Poor Boy” o “Worried About Me”, temas compuestos por Chester y otros pertenecientes a Willie Dixon, que Howlin Wolf hizo suyos durante toda su carrera como “I Ain´t Superstitious”, “The Red Rooster” o “Wang Dang Doodle”.

Todos ellos son magníficamente interpretados, pese a la desconfianza de Howlin´, que no cree demasiado en estos jóvenes talentos ingleses (Clapton y los Stones), pero que gracias a ellos se consiguió revivir el blues clásico. Howlin´ apenas tocaba la guitarra y ocasionalmente la armónica, pero su voz única e inconfundible queda reflejada para siempre en esta joya del blues. En 2002 lanza una edición de lujo con Bonus Tracks y un segundo cedé con versiones alternativas y algún tema nuevo que no se publicó en su día, con su famosa portada sentados en la fuente de la céntrica plaza de Londres  Picadilly Circus.

Para entender la vida de estos legendarios bluesman, recomiendo el film “Cadillac Records” de 2008, película muy lograda e interesante sobre la Chess Records, dónde se pueden ver los inicios de estos gigantes del blues y el sentimiento por un estilo que fue la base esencial para un arte que hoy todos conocemos como rock and roll.