Pink Floyd – The Dark Side Of The Moon (Harvest / Capitol 1973)


Pink Floyd - The Dark Side Of The MoonThe Dark Side Of The Moon, el lado oscuro de la luna. O si me lo permiten,  todo un disco de culto que provocó la apoteosis definitiva del rock sinfónico y progresivo. Con él, los británicos Pink Floyd alcanzan el éxito absoluto, situándose durante más de tres años consecutivos en lo más alto de las listas musicales de la época.

Pink Floyd se convierte en un fenómeno musical a escala mundial gracias a este Long Play, considerado por muchos como su obra magna. The Dark Side Of The Moon es uno de los álbumes más vendidos de la historia. 70 millones de copias dan buena fe de ello. Me faltan adjetivos para describir a una de las formaciones más influyentes, rompedoras y legendarias que ha dado el rock. Mediante este LP nos mostraron sus inquietudes artísticas, su tremenda calidad musical e hicieron gala de un virtuosismo instrumental fuera de lo común.

Centrándonos en el álbum,  octavo de su discografía, se graba entre 1972 y 1973 en los “Abbey Road Studios” de Londres e incluye 10 pistas. Publicado en Marzo de 1973, fue producido por los propios Pink Floyd y  contó con la ayuda del  famoso ingeniero de sonido Alan Parsons, un personaje clave en esta obra que aportó  todo un derroche de innovación musical nunca vista hasta la fecha.

Pink FloydDestacar la profundidad de las letras del LP. Escritas en su mayoría por Roger Waters abarcan una compleja temática referente a las distintas fases de la vida humana como el envejecimiento, la muerte o la locura,  haciendo especial énfasis en esta última, dado la gran conmoción que supuso para el grupo que Syd Barrett, su miembro fundador, les abandonara en 1968.

Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible este antológico álbum: David Gilmour (voz, guitarra, sintetizador), Roger Waters (bajo, voz, sintetizador), Richard Wright (teclados, voz sintetizadores) y Nick Mason (batería).

Espectacular, el personal adicional que colaboró con Pink Floyd, pudiéndonos encontrar con una esencial sección de coros liderada por la gran dama de la canción Doris Troy, Lesley Duncan, Clare Torry,  Barry St. John y Liza Strike. Y siempre respaldados por el saxofonista Dick Parry.

Comienza a rodar el vinilo y rápidamente nos trasporta hasta los confines más recónditos del rock espacial. Y es que el lado oscuro de la luna es grande, muy grande, tanto, que en ocasiones sentiremos que los Pink Floyd consiguen descifrar los secretos del vuelo astral a través del rock.

Pink Floyd ConcertExperiencias extracorpóreas al margen, canciones como The Great Gig in the Sky”,  la introducción instrumental “Speak to Me”, o los siete minutos de “Us and Them”, nos demuestran  que Pink Floyd es mucho más que una banda de rock.

Uno de los puntos álgidos del LP tiene lugar con el clásico entre clásicos “Money”, tema de los más utilizados por el grupo en sus shows en directo. Otra de las joyas  que completan el disco es “Time”, extraordinaria composición de los cuatro jinetes del rock sinfónico. Ponen punto y final con “Eclipse”, una célebre pista e inolvidables sus latidos de corazón a bajo volumen. Para el recuerdo colectivo queda la frase que pronuncian al cerrar el LP: <<No hay lado oscuro en la Luna, en realidad toda la Luna es oscura>>

La enigmática portada del disco,  en la que podemos visualizar un prisma piramidal refractando una luz, fue obra del diseñador George Hardie.

Pink Floyd 1973Mucho y muy variado se ha escrito sobre el significado del cover, rodeado de un halo de misterio. Pero la misión de este blog no es explorar los dominios de lo sobrenatural. Creemos que el mejor para investigaciones paranormales  es Iker Jiménez, presentador del canal Cuatro.  Él nos acompaña semanalmente capitaneando la “nave del misterio” en su programa Cuarto Milenio, y es el más adecuado para tan arduo trabajo.

Así concluye esta delicia sonora de Pink Floyd, los caballeros del rock sinfónico y progresivo. Tiempo después, obsequian a la comunidad musical con geniales álbumes como  Wish You Were Here” (1975) o The Wall (1979).

Pink Floyd, convirtió este disco en único y quién sabe si irrepetible.

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